Inútiles fueron todos los esfuerzos por sacarla de abajo del sillón. La dentadura postiza había quedado encajada y, aunque la manoteó varias veces, no logró rescatarla. Así fue que Sergio Villagra, quien entró a robarle a su propio tío, debió huir con el botín pero desdentado, ante el apuro de dos cómplices. Y fue ése el detalle que lo llevó a la prisión, cuando la Justicia determinó que los dientes le pertenecían "a él y sólo a él".
Todo comenzó en la noche del 14 de julio, cuando el muchacho fue a visitar a su tío Juan Navarro a su casa de barrio Observatorio, a pocas cuadras del microcentro.
Eran cerca de las once de la noche, cuando Villagra tomó un cuchillo tipo tramontina y amenazó a su atónito pariente, a quien maniató e inmovilizó. Luego dejó entrar a dos cómplices —quienes todavía no fueron identificados por la policía- que se encargaron de embolsar todos los elementos de valor.
Pero algo salió mal. Según el relato de una fuente judicial a este diario, "el sobrino estaba muy nervioso por el atraco, tal vez más que el tío y, en el momento que le ordenó con violencia que se tirara boca abajo sobre la cama, su dentadura voló por el aire", graficó.
La situación se complicó para Villagra al ver que sus cómplices escapaban y que, mientras él intentaba recuperar, desesperado, los dientes postizos que cayeron debajo del sillón, su tío aprovechaba la estampida para pedir auxilio a los gritos. Fue entonces que no le quedó más remedio que salir corriendo, desdentado.
Siempre según la causa, el tío asaltado habría intentado "recomponer los lazos familiares", pero como no le fue posible, hizo la denuncia. Y fue él quien ordenó un peritaje sobre la prótesis dental que la Policía secuestró como prueba fundamental.
El informe de un perito técnico odontológico determinó que "la prótesis pertenece solamente a Villagra, Sergio". Y no sólo eso: el especialista detalló que, "por la reciente pérdida de algunas piezas dentales de su boca", a Villagra le pasaba seguido esto de que la dentadura postiza se le cayera.
Con las declaraciones del tío y las pruebas odontológicas que lo incriminaron, el fiscal le dictó la prisión preventiva al asaltante por "robo calificado con arma blanca". Eso se sumó a una condena a tres años de prisión en suspenso dictada a principios de julio, por la Cámara del Crimen. En esa oportunidad, los cargos fueron "robo, violación de domicilio, agresión, amenaza y lesiones leves". Pero, como el hombre todavía no tenía antecedentes penales, no fue a prisión.
Ahora la Justicia le devolvió la dentadura a Villagra, así podrá masticar sin problemas la comida que le sirven en la cárcel de Bouwer, donde está detenido.
Publicado en Clarín Digital:
el día 26 de Agosto de 2006.
Nota: Las negritas son originales de la publicación real.
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