Más allá del deseo de otros. (Donde subyace el mío y empuja para explotar).

Luego de sobrepasar el mes sin actualizaciones, creo que es tiempo una vez más de cambiar el texto anterior. A pedido de otros, o simplemente por propia voluntad, encontré el deseo de escribir algo nuevo para poder publicarlo en este sitio. Por qué no, también, cumplir con el anhelo de mis fieles lectores. Pues bien, sin más preámbulos, comienzo con la redacción poco planeada, pero no por eso por demás articulada, del día de hoy.

No hay cuento. Lo que tengo para exponer el día de la fecha es un breve resumen de pensamientos que transitan mi cabeza a paso firme y veloz, como suelen hacerlo desde que me despierto hasta que finalmente logro acostarme a dormir. Creo, de hecho, que eso es parte del verdadero objeto de estos sitios, aunque creo que no ha sido poco productivo tergiversar ligeramente su objetivo primitivo. Asimismo no pienso hacer una declaración de los estados de ánimo, ciclos vitales y mucho menos una especie de currículum vitae del plano basal actual de mi ser, en el aquí y ahora. Simplemente un texto que cambia al anterior.

Por suerte ya es Jueves… Eso implica que mañana sea Viernes; y los días Viernes se sale. Las propuestas hasta el día de hoy (y estimo que definitivas) suenan a ruidos de fiesta Plop! Desde ya, que eso implica diversión, relajo (¿relajo?) y muchas otras cosas más que no serán descritas porque luego soy criticado al escribir textos que para algunas personas se tornan interminablemente densos. Creo que, respondiendo a esa crítica anterior, soy un poco egocéntrico al reconocer, desde el primer día en que un texto fue publicado en este sitio, que escribo para mí.

Se desprende aquí una nueva rama. Como ya en otras ocasiones se ha mencionado, la escritura cumple un rol de reparo en mi acaecer psíquico. Digamos, por emplear alguna expresión coloquial –pero no por ello desubicada o nada propicia-, que escribir es como una suerte de terapia que no busca ser en mi ser un paliativo ajeno a la (no)problemática del momento. He notado, asimismo, que suelo escribir textos más ricos en contenido cuando mis humores no son los más óptimos para sostener, crear o simplemente gozar, aquellos vínculos con la otredad que tan necesarios son.

Pues bien, desde ya que el objetivo está cumplido en su totalidad. El texto anterior ya no es más presente y ocupa un lugar en la cajonera que alberga cada uno de los diferentes escritos y otras cosas que he expuesto previamente. De todas formas me di el lujo de haber desarrollado un poco más algunas cositas que simplemente emergieron y se acoplaron a la meta. Para finalizar, no puedo evitar mencionar que hoy estuve pensando en mi cumpleaños y su respectivo festejo en caso de que exista. Esta breve mención hace alusión a la década en la cual nací y por ello queda explicado el porqué de la fotografía que se muestra junto a la presente redacción: Strawberry Shortcake.

Llegó el fin y con él y en él, el momento de despedirme hasta un nuevo texto que quien sabe cuando será escrito. O bien, bajo que determinantes será escrito y que contenidos tendrá. Una vez más, he dado rienda suelta a mi imaginario para que motive a mi capacidad lúdica que se adosa a las palabras: fuente de satisfacción para el alma de todos.

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